Fui a la escuela para alegrar a mi hija, pero al entrar en el comedor me quedé paralizado al ver cómo la maestra la humillaba públicamente y tiraba su almuerzo a la basura... Aparecí en el colegio de mi niña sin avisar. Lo que presencié me congeló por dentro. Esa tarde salí antes de la oficina. Mi idea era darle una sorpresa a Sofía en el recreo del mediodía, entregarle el dulce que más le gusta. Toda la semana la había notado diferente. Silenciosa. Sin ánimo para asistir a la escuela. "Papi, ¿m